Segundo reparto de «Il viaggio a Reims» en el Liceu
23 de Setiembre, 2017. Jordi Maddaleno
Puede sonar extraño que el Gran Teatre del Liceu haya escogido Il viaggio a Reims de Rossini para empezar su nueva temporada de ópera, aunque este título no se considere su inauguración oficial, cosa prevista con el estreno de Un ballo in maschera de Verdi el próximo sábado 7 de octubre. Ofrecida así pues como un entremés a la espera del título escogido como oficial, artimaña de marketing que también hacen otros teatros como el Palau de Les Arts de Valencia, hay que destacar el éxito de una propuesta en cierto modo arriesgada pero también de resultado artístico más que satisfactorio.
Ópera coral por el gran número de roles a los que se han de enfrentar casi una veintena de solistas, la apuesta de mezclar voces jóvenes, debuts, rol-debuts y que catorce de los veintisiete cantantes que se han alternado las siete funciones en varios repartos sean españoles, hacen que se pueda hablar de esta propuesta como un relativo éxito. Al menos en este título no se le podrá criticar al Liceu y a su directora artística Christina Scheppelmann que no hayan apostado por las voces españolas, ya consagradas o jóvenes debutantes, que han ayudado con su profesionalidad y brillantez vocal a dar en la diana con una ópera nada fácil, pero llena del mejor belcanto de la escuela rossiniana.